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miércoles, 13 de febrero de 2013

Red Bull Stratos

 


Tengo la suerte de poder presentaros los datos finales de uno de los retos que han marcado el año 2012. No perdáis detalle, es interesantísimo.
 
LOS ANGELES, (EE.UU.) — El salto supersónico de Felix Baumgartner desde las puertas del espacio, el 14 de octubre de 2012, alcanzó una cota de velocidad superior a la inicialmente estimada: Mach 1,25. Esta estadística solo es una parte de los datos y noticias incluidas en un informe que detalla los resultados de tres meses de análisis de los datos recogidos por el equipo científico de la misión Red Bull Stratos.
 
El amplio espectro de los hallazgos, que incluye la obtención de los primeros datos psicológicos recogidos en un salto en caída libre que ha superado la barrera del sonido, también ha llevado a algunas revisiones de las cifras iniciales estimadas. Los datos recogidos, que se usarán para futuras misiones aeroespaciales, han evidenciado la superación de diversos récords: la velocidad vertical máxima de Baumgartner fue de 1.357,6 kilómetros por hora o Mach 1,25, en relación a los 1.342,8 km/h o Mach 1,24 estimados en un principio. Con la ayuda de un dispositivo adicional de registro de datos, la altura del salto también ha sido corregida hasta los 38.969,4 metros, en relación a los 39.045 estimados el día del salto.
El descubrimiento más importante del análisis de la misión ya fue evidente para los millones de espectadores de todo el mundo que siguieron la misión en directo. El salto en caída libre del aventurero austriaco demostró que, con el equipamiento adecuado y un entrenamiento estricto, un ser humano puede atravesar la barrera del sonido con seguridad. Éste ha sido un avance vital para la industria aeroespacial en su búsqueda de respuestas para establecer protocolos de evacuación de tripulación y pasajeros en situaciones de emergencia, especialmente con la perspectiva no muy lejana de los viajes espaciales comerciales.

“Juntos hemos demostrado que un ser humano en caída libre puede romper la barrera del sonido al volver de las puertas del espacio, puede pasar por la fase transónica y puede aterrizar sano y salvo”, explica el doctor Jonathan Clark, Director Médico de la misión Red Bull Stratos. “Esa fue una gran parte del programa y monitorizar la misión fue un evento significativo para la medicina y la fisiología aeroespacial”.
 
La documentación de todos los datos de la misión se terminó después de que el equipo científico del proyecto llevase a cabo una revisión privada efectuada por colegas del sector, la Cumbre Científica Red Bull Stratos, en el Centro Científico de California, el 23 de enero de 2013, a la que asistieron astronautas de la NASA, mandos de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos y representantes de compañías aeroespaciales como Virgin Galactic, Northrop Grumman, SpaceX, XCOR, Sierra Nevada Corporation, entre otras. En la cumbre se revelaron las cifras finales enviadas a los correspondientes organismos para ser aceptadas como nuevos récords mundiales, que incluyeron la revisión al alza de la velocidad supersónica de Baumgartner.
Red Bull Stratos fue una misión histórica a las puertas del espacio en la que Felix Baumgartner, un saltador B.A.S.E. profesional, cumplió un sueño que tenía desde pequeño. El austriaco saltó desde una cápsula que llegó a 39 kilómetros de altura sobre la Tierra, impulsada por un globo de helio. Baumgartner se convirtió en el primer ser humano en romper la barrera del sonido en caída libre y, de paso, estableció numerosos récords adicionales. Desde su creación, la misión fue concebida como un programa de ensayos para ampliar el conocimiento médico de los vuelos espaciales con seres humanos.
 
La divulgación de los hallazgos de la misión es la culminación de cinco años de desarrollo de un programa activo de vuelos de prueba. Estos datos abarcan un gran espectro de temas, desde avances técnicos o médicos, hasta información relacionada con la meteorología. Parte de la información más esperada tiene que ver con los datos fisiológicos preliminares de Baumgartner, que incluyen el pulso y la respiración en momentos clave durante el ascenso y el salto de vuelta a la Tierra.
La monitorización fisiológica de Baumgartner ha proporcionado al equipo científico más de 100 millones de puntos de referencia, incluidos los primeros datos fisiológicos de la historia de un hombre viajando a velocidad supersónica sin apoyo mecánico. En la publicación de estos datos no solo se pueden observar el ritmo cardíaco y la respiración, sino que también se indican las fuerzas que tuvo que soportar en momentos clave de la misión.
El ritmo cardíaco de Baumgartner llegó a las 185 pulsaciones por minuto cuando salió de la cápsula y se mantuvo entre las 155 y las 175 durante la caída libre. Baumgartner, cuyo ritmo cardíaco durante el periodo de respiración de oxígeno previo al inicio de la misión fue de entre 40 y 100 pulsaciones, mantuvo un nivel de entre 60 y 100 durante el ascenso, llegó a las 169 cuando alcanzó Mach 1,25, se mantuvo entre las 155 y 180 durante el descenso con el paracaídas, registró 163 en el momento del aterrizaje y volvió a las 100 mientras regresaba en helicóptero al Centro de Control de la misión. Su ritmo respiratorio llegó a un máximo de entre 30 y 43 respiraciones por minuto durante la caída libre.
 
                Baumgartner experimentó 25,2 segundos de absoluta ingravidez durante la fase inicial del salto. Como consecuencia de ello, entró en un periodo de giros y vueltas que llegó a un máximo de 60 revoluciones por minuto y que puso al austriaco de 43 años en situación de “barrena” durante 13 segundos. Baumgartner fue capaz de estabilizar su trayectoria gracias a su experiencia como paracaidista. Todos los datos fisiológicos entraron sobradamente en los parámetros estimados con antelación y nunca excedieron los márgenes previstos. Por ejemplo, el contador de fuerza G que Baumgartner llevaba en su muñeca nunca registró las 3,5 G de fuerza durante seis segundos seguidos que habrían desplegado automáticamente su paracaídas de frenado (o estabilización). De hecho, la zona de mayor riesgo de Baumgartner, su región craneal, se mantuvo bajo las 2G de fuerza durante el periodo que estuvo en barrena.

               Baumgartner ha descrito la sensación de acelerar hacia la barrera del sonido y superarla de la siguiente manera: “Es como si flotases en el espacio y, entonces, empezases a coger velocidad muy rápido, pero no sientes el aire, porque hay muy poca densidad. Durante casi 35 segundos no podía sentir el aire a mi alrededor porque, básicamente, no había. Ese sentimiento de no estar sujeto a nada es molesto, cuando eres paracaidista profesional. Y, entonces, cuando finalmente notas aire más denso, debes mantenerte completamente simétrico en forma, porque de lo contrario empezarás a girar y entrarás en barrena, que es lo que me pasó a mí”.
El Traje Espacial y el Paracaídas
             La misión Red Bull Stratos ha logrado una serie de innovadores hitos, tales como: el desarrollo y validación de un traje presurizado y un paracaídas para Baumgartner con innovaciones específicas para el salto; el desarrollo de nuevos protocolos de tratamiento médico que incluyeron un punto específico para evitar el “ebullismo” y que se prevé que sea un nuevo estándar médico en ese campo; y la introducción de un sistema de paracaídas de “rizos” para el trabajo de recuperación de carga que ofrece beneficios potenciales tanto para los pasajeros como para el carguero.
 
           El traje de Baumgartner fue diseñado particularmente para suministrar la máxima movilidad para controlar la caída libre, mejorar la agudeza visual, el seguimiento por GPS y la protección termal. “Felix podría haber ido a la luna con este traje, pero también era lo suficientemente cómodo como para completar la caída libre de la misión”, apunta Mike Todd, el Ingeniero de Soporte Vital de la compañía Sage Cheshire Aerospace, quien vistió personalmente a Baumgartner para cada salto, ya fuese de prueba o el definitivo.
 
                Actualización de los Récords
               Tras varias semanas dedicadas a analizar los datos de la misión, Brian Utley, Observador Oficial de la Junta de Récords de la Asociación Aeronáutica Nacional de los Estados Unidos, ha podido proporcionar las actualizaciones pertinentes de los récords mundiales que, actualmente, están bajo inspección de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) (un proceso que, habitualmente, requiere un espacio de tiempo prolongado):
Velocidad Vertical Máxima:* 1,357,6 km/h - Mach 1,25
Estimación anterior: 1,342,8 km/h - Mach 1,24
Altura máxima de salto: 38.969,4 m.
Estimación Anterior: 39.045 m.
Distancia Caída Libre Vertical:* 36.402,6 m.
Estimación anterior: 36.529 m.
*sin el paracaídas de frenado (o de estabilización)
 
              Utley ha apuntado que la altura de salto de Baumgartner fue un 24% más alta que la del anterior récord, el de Joe Kittinger en 1960, desde 31.333 metros. También ha vuelto a confirmar el tiempo que Baumgartner estuvo en caída libre: 4 minutos y 20 segundos; y ha apuntado que el globo de Felix llegó a una altura máxima de 39.068,5 metros, el mayor vuelo en globo tripulado, antes de descender levemente hasta la altura desde la que saltó.
              Utley ha añadido que la categoría de “Velocidad Vertical Máxima” es nueva en la FAI y que se ha establecido especialmente para adaptarse a la rompedora naturaleza de la misión Red Bull Stratos.
 
              Enlace de la web del proyecto
 
               Enlace con la web oficial de la marca relojera que ha estado en la muñeca de Felix
 


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